suceso extraordinario
Estando yo hoy en el bazar conocido como la tienda los chinos aconteció un curioso suceso, digno de mención.
La fila de gente de la cola recorría los pasillos, ocupados hasta arriba de esas cosas en su mayoría inservibles a la vez que irresistibles para las maris, que acaban volviendo locos a los dependientes, reconvertidos de Hong Myun Bo a Juan. Bájame esto, cójeme aquello, ¿me entiendes? Este no se entera...
Una mujer mayor pedía 12 cajas decoradas y del mismo tamaño. Entre dos intentaban atenderla pero la señora en cuestión era bastante quisquillosa y no hacia más que marearlos. Para colmo les estaba gritando, alguien debería de haberle explicado que no hablar tu mismo idioma no implica necesariamente ser sordo.
Yo iba con mi Omaíta, que buscaba unas macetas de plástico. Había de todas las clases, tamaños y colores. Ella se coge dos de las más grandes; yo suspiro...................A quién le tocara llevarlas.
Como la cola es enorme y los pasillos estrechos mi Omá no se puede poner sin obstruir el paso, de modo que ella guarda su turno mientras yo la espero al lado del mostrador con las macetas.
La señora de las cajas las está pagando pero no deja de dar por culo porque no puede con todas. La mujer de ojos rasgados situada en la caja, que se hace llamar María aunque dudo que ése sea su verdadero nombre- llama a sus compatriotas para que le echen una mano.
La cola avanza despacio y la gente se amontona en la puerta. Antes de darme cuenta me veo envuelta en un tumulto abrumador: mis macetas, carritos de la compra atropellando, cajas de distinta decoración por el suelo, estanterías que se tambalean, chinos p'arriba, chinos p'abajo, maris que salen, maris que entran, maris que se acumulan.
A esto que una abuela que entra se me para delante. Me mira.
Abuela Suspicaz: Niña, ¿tú eres de aquí?
PoisonGirl: ...¬¬
Mente de PoisonGirl: tengo cara china o qué
PoisonGirl: ...
Mente de PoisonGirl: a ver si reacciona
PoisonGirl: ............ejem..
Mente de PoisonGirl: por lo visto mis ojos azules redondos normales la tienen confundida.
PoisonGirl: va a ser que no
Abuela suspicaz: ah... jeje..
Poisongirl: ...
Abuela suspicaz: y ¿tú sabes dónde están los estropajos?
Mente de PoisonGirl: pero amos a ver señora no le he dicho que no trabajo aquí
PoisonGirl: ...
Abuela suspicaz: .... mirada que denota un especial interés por mi respuesta-
Mente de PoisonGirl: ...
PoisonGirl: pues no lo sé...
Abuela suspicaz: ah bueno que me creí que lo sabías
Mente de PoisonGirl: pero weno encima se me pone borde, señora, no le he dicho que ni soy china ni trabajo aquí ni sé dónde están los estropajos, qué quiere que se los pinte?
PoisonGirl: .............¬¬
La fila de gente de la cola recorría los pasillos, ocupados hasta arriba de esas cosas en su mayoría inservibles a la vez que irresistibles para las maris, que acaban volviendo locos a los dependientes, reconvertidos de Hong Myun Bo a Juan. Bájame esto, cójeme aquello, ¿me entiendes? Este no se entera...
Una mujer mayor pedía 12 cajas decoradas y del mismo tamaño. Entre dos intentaban atenderla pero la señora en cuestión era bastante quisquillosa y no hacia más que marearlos. Para colmo les estaba gritando, alguien debería de haberle explicado que no hablar tu mismo idioma no implica necesariamente ser sordo.
Yo iba con mi Omaíta, que buscaba unas macetas de plástico. Había de todas las clases, tamaños y colores. Ella se coge dos de las más grandes; yo suspiro...................A quién le tocara llevarlas.
Como la cola es enorme y los pasillos estrechos mi Omá no se puede poner sin obstruir el paso, de modo que ella guarda su turno mientras yo la espero al lado del mostrador con las macetas.
La señora de las cajas las está pagando pero no deja de dar por culo porque no puede con todas. La mujer de ojos rasgados situada en la caja, que se hace llamar María aunque dudo que ése sea su verdadero nombre- llama a sus compatriotas para que le echen una mano.
La cola avanza despacio y la gente se amontona en la puerta. Antes de darme cuenta me veo envuelta en un tumulto abrumador: mis macetas, carritos de la compra atropellando, cajas de distinta decoración por el suelo, estanterías que se tambalean, chinos p'arriba, chinos p'abajo, maris que salen, maris que entran, maris que se acumulan.
A esto que una abuela que entra se me para delante. Me mira.
Abuela Suspicaz: Niña, ¿tú eres de aquí?
PoisonGirl: ...¬¬
Mente de PoisonGirl: tengo cara china o qué
PoisonGirl: ...
Mente de PoisonGirl: a ver si reacciona
PoisonGirl: ............ejem..
Mente de PoisonGirl: por lo visto mis ojos azules redondos normales la tienen confundida.
PoisonGirl: va a ser que no
Abuela suspicaz: ah... jeje..
Poisongirl: ...
Abuela suspicaz: y ¿tú sabes dónde están los estropajos?
Mente de PoisonGirl: pero amos a ver señora no le he dicho que no trabajo aquí
PoisonGirl: ...
Abuela suspicaz: .... mirada que denota un especial interés por mi respuesta-
Mente de PoisonGirl: ...
PoisonGirl: pues no lo sé...
Abuela suspicaz: ah bueno que me creí que lo sabías
Mente de PoisonGirl: pero weno encima se me pone borde, señora, no le he dicho que ni soy china ni trabajo aquí ni sé dónde están los estropajos, qué quiere que se los pinte?
PoisonGirl: .............¬¬
2 comentarios
Mj -
Las abuelas chocheantes estas.
WesZ -