la primera circunnavegación

Fernando de Magallanes, un portugués que navegó al servicio de los españoles, intentó realizar el primer viaje de circunnavegación del globo, aunque murió antes de que su tripulación completase la travesía.
La flota de Magallanes, compuesta por cinco naves, zarpó del puerto español de San Lúcar en Septiembre del año 1519 y navegó siguiendo los alisios hasta arribar en Canarias. Desde allí a Cabo Verde y siendo arrastrados pos los alisios del Atlántico Sur, completaron la primera mitad de la volta do mar de Da Gama, llegando así a Sudamérica.
La volta do mar era una técnica utilizada por los navegantes portugueses, consistente en rodear las zonas de acción de las grandes corrientes de los alisios en el Atlántico, contra las que no se podía navegar. De ahí que tuviesen que desviarse a la altura de Cabo Verde hasta las costas brasileñas para luego volver dirección sureste hasta llegar a el extremo meridional de África. Todo por no luchar contra la fuerza de los vientos alisios, que en el Atlántico Sur tomaban la dirección inversa a la de los del Atlántico norte. El camino era mucho más largo, pero el éxito del viaje estaba garantizado.
De modo que Magallanes, con la intención de llegar a la India no siguiendo la ruta de los portugueses sino tomando el rumbo contrario para aparecer por las Indias Orientales, realizó media volta do mar y llegó a las costas de América suroriental. Fondearon ocasionalmente y llegaron al estrecho que lleva su nombre. Después de perder dos de sus barcos (uno a causa de un motín que tuvo éxito y viajó de vuelta a casa) puso rumbo al norte, por la costa suroccidental.
A pesar de encontrarse en una zona totalmente desconocida hasta entonces por los navegantes del Viejo Mundo, Magallanes tomó la ruta acertada. Su objetivo eran las islas de las especies de las Indias Orientales, las Molucas, al sur del ecuador. Aunque desembarcó al norte de estas islas, en las Filipinas, y la travesía fue dura, tomaron la dirección adecuada. Navegaron la norte, hacia los trópicos, deslizándose hacia el oeste a través de las desoladas aguas del Pacífico. En marzo, noventa y nueve días después de dejar atrás el Estrecho de Magallanes, avistaron Guam y otras islas cercanas, donde desembarcaron en busca de alimentos y provisiones. Repuestos, viajaron a Filipinas donde Magallanes, en busca de aliados para dotar a España de un enclave en Oriente, fue asesinado en una disputa local.
Llegados a las Molucas, islas casi míticas de las especias, fuente de clavo de Europa, embarcaron el cargamento y planearon el regreso. El Trinidad y el Victoria, los dos únicos barcos supervivientes de los cinco que zarparon en principio (un tercero había sido abandonado en Filipinas por falta de tripulación para gobernarlo) se separaron con el fin de incrementar las posibilidades de llevar con éxito el valioso cargamento a España. El Trinidad navegaría de vuelta a América por el Pacífico. El Victoria, capitaneado por Juan Sebastián Elcano, proseguiría hasta realizar la vuelta al mundo, después de otros nueve meses de tormento a bordo.
El lunes ocho de septiembre de 1522, el Victoria ancló cerca del muelle de Sevilla y disparó todos sus cañones; se había completado la primera circunnavegación del mundo. Cinco barcos y 240 hombres partieron en 1519; tres años y un mes después el viaje estaba hecho. 36 hombres de esa tripulación regresaron con vida por distintas rutas y en diferentes momentos. De ellos, sólo 18 (más tres indonesios de los quince que se les habían unido en las Indias Orientales) a bordo del único barco de los cinco originales que completó la circunnavegación del globo.
Qué aventura para contar, eh?
Del libro Imperialismo ecológico de Alfred Crosby. Volveré a escribir acerca de él porque su lectura me está resultando muy interesante, además de amena.